lunes, 8 de octubre de 2012

Alicia en el Pais de las Maravillas, de Lewis Carroll

Esta es una obra tan conocida, está tan integrada en la imaginería popular que me parece absurdo hacer una sinopsis. ¿Quién no conoce a Alicia, esa niña curiosa que decide perseguir a un conejo blanco?
Pese a ser uno de los libros más conocidos de la historia, no lo había leído. Y eso que la película de Disney era una de mis favoritas de la niñez. Pero no, no había leído el libro. Para hacer honor a mi rareza, había leído Alicia A Través del Espejo, que es la segunda parte, ya que ese libro sí lo teníamos en casa y el primero no. ¿Por qué no fui a la biblioteca a por él? Pues por desidia, probablemente. O porque lo asociaba a los dibujos animados y en mi cabeza se quedó como algo infantil que no tenía otra versión. (Me pasó también con Mujercitas, porque teníamos un cuento reducido en casa y durante años creí que era la versión original y no una adaptada).

El caso es que un día estaba en casa de mi madre, donde aún están muchas de las cosas de mi hermana (sobre todo libros). Como me tenía que traer a casa un papel, hice lo que siempre hago: buscar un soporte más sólido para que no se arrugue: un libro. Una simple excusa para elegir uno.
Y ahí estaba: Alicia, en una edición ilustrada, preciosa, donde además del archiconocido El País de Las Maravillas, incluye también A Través del Espejo y un poema que se llama La Caza del Snark.
Sólo he leído el País de las Maravillas, pero quería reseñarlo ya, por separado. Al ser libros independientes me parece lo justo.

Alicia es un libro muy sencillo, una historia bonita que va pasando de escena a escena, contada de forma simple por un narrador omnisciente. Alicia es una niña curiosa que se aburre en una tarde de verano, y decide perseguir a un conejo blanco que va con prisa porque mira continuamente su reloj. Y se adentra en un lugar mágico, donde nada es lo que parece, arriba es abajo y la única persona lógica es una niña de siete años. Que, además, nunca dice lo conveniente.

La parte negativa de ser un cuento tan conocido, es la falta de sorpresa. Y, sobre todo, al haber visto tantísimas veces la película de Disney, era como reproducirla de nuevo en la cabeza. No he podido quitarme de la cabeza la canción del Feliz no Cumpleaños. Pero, pese a que también tiene escenas de la segunda novela, está muy bien adaptada.

Lo que más me ha gustado ha sido la edición, porque al comienzo de la novela tiene un prólogo donde te cuentan cómo se fraguó Alicia. Para variar, tampoco sabía nada acerca del tema, ni que realmente existió una Alicia, y que fue a ella y a sus hermanas a quienes le contaron por primera vez el cuento.

La he disfrutado, pese a todo. La he disfrutado como una niña. Es una novela que hay que leer sí o sí, por más que conozcas la historia por otros medios. Porque es imaginativa, y ofrece unas escenas tan estrambóticas que no pueden menos que arrancarte una sonrisa. Y porque la buena literatura es así, sencilla, sin demasiados artificios y hay que conocerla de primera mano.

Alicia en El Pais de Las Maravillas
A Través del Espejo
La Caza del Snark
Lewis Carroll
Editorial Óptima
(Edición Ilustrada)